En este artículo vamos a hablar del uso de la pornografía. Una simple búsqueda de la palabra “porno” en Google te devuelve aproximadamente 1.400.000.000 resultados en 0,35 segundos. Las estadísticas presentadas por los portales de contenidos pornográficos permiten comprobar lo popular de su uso. Este consumo se alimenta por lo que se conoce como la Triple A: accesibilidad, anonimato, asequibilidad. Accesibilidad, porque se puede acceder a cualquier página de internet desde multitud de dispositivos y a todas las horas del día. Anonimato, de tal manera que nadie sabe quién eres, no se tiene constancia del uso que realizas e incluso puedes simular ser otra persona. Asequible, debido a la gran cantidad de páginas web gratuitas con millones de imágenes y videos Todo esto puede llevar a la pornografía a ser una de las fuentes adictivas más importantes en internet.
No vamos a profundizar en la repercusión que tiene en la persona ver pornografía y que son muchas. Vamos a centrarnos en la adicción que puede producir. El primer acceso a la pornografía se sitúa en torno a los 8 años y se generaliza el uso a los 14 años. Esto no significa que todos los que ven pornografía tengan un problema de adicción, pero si hay un porcentaje entorno al 3% para los que se convierte en una adicción.
Como en todas las adicciones, lo más importante es la prevención, por eso es importante hablar con los hijos de los peligros que encierra la pornografía. No piense que su hijo de 12 años no ve pornografía, se puede llevar una sorpresa. Hoy el móvil es el regalo estrella en las comuniones, lo que significa que le estamos abriendo a los 10 años un camino hacia la pornografía. Por eso es el momento adecuado de prevenirle, de educarle.
El uso de la pornografía no entiende de sexos, edad, estudios, estado civil, vocación. Las estadísticas son terribles. La adicción está en la puerta de cada uno esperando. Los cristianos tenemos además una situación que provoca un mayor sentimiento de adicción que es la incongruencia moral. La incongruencia moral consiste en realizar acciones a pesar de ir en contra de nuestras creencias. Esto causa gran stress que hace que se perpetúe el ciclo adictivo.
Lo importante para salir de toda adicción es reconocerse adicto y ponerse en movimiento para buscar una solución. No se avergüence, no lo viva en soledad. Hay muchos sitios en los que puede recibir ayuda. Desde el COF podemos ayudarle de forma directa o poniéndole en contacto con los profesionales que necesite en función de su situación.
Si quiere ayudarnos a la investigación de este problema puede rellenar la encuesta que se encuentra en esta dirección https://forms.gle/dYzJAoyDLcDb7SSA7.
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