Quien dice que para la Iglesia la sexualidad es un tabú, o que las relaciones conyugales son percibidas como algo pecaminoso, es que no conoce, ni de lejos, qué dice el Magisterio sobre el matrimonio y sobre la intimidad de los esposos. En realidad, la doctrina católica no ha inventado nada, sino que se limita a proponer una verdad fundamental inscrita en el corazón de cada persona: la sexualidad une al matrimonio en una comunión física, psíquica y espiritual, y es un camino de santidad, deseado por Dios Creador. Por eso, la Iglesia anima a los esposos a cuidar su relación y a mantener una fluida comunicación también en este ámbito, que va mucho más lejos de lo que ocurre en la alcoba. Para ello os animamos a leer este libro escrito por el sacerdote franciscano polaco Ksawery Knotz.